Comunicação Política
Encontrei uma definição interessante de Comunicação Política. É da autoria do Prof. Javierdel Rey Morató, Professor de Teoria geral de Informação e de Comunicação Política na Faculdade de Ciências de Infrormação, da Universidade Complutense, Madrid. A definição está num artigo intitulado "Comunicação Política". Transcrevo uma pequna parte:
"Como los teólogos, cuando iniciaron la inútil definición de lo indefinible, y encontraron que todo lo que podían decir de Dios es lo que no es -fundando la teología negativa-, diremos antes que nada lo que no es la comunicación política.
La comunicación política no es la política, no se identifica con ella, enunciado que, en estas páginas, tendrá que soportar la convivencia con este otro: política y comunicación son consustanciales.
¿Paradoja? Paradoja, tal vez, pero aparente. No todas las transacciones políticas son reducibles a términos y categorías de comunicación, pero muchas de ellas no llegan a buen puerto sin el recurso a la comunicación, sin un flujo de mensajes que surta determinados efectos, sin un adecuado proyecto de comunicación.
Si tenemos en cuenta que las circunstancias en las que se desarrolla un proyecto político suelen ser adversas -partido y candidato tienen que abrirse camino en una atmósfera psicológica cargada de ruido y abiertamente competitiva-, notaremos que la comunicación, en la política, es algo más que un gabinete de prensa.
La comunicación política no es la política, pero la política -parte considerable de ella- es, o se produce, en la comunicación política.
No incurriremos en el error de llenar inútiles párrafos abundando en tópicas definiciones de la política -son del conocimiento de todos, desde las que nos legaron los griegos hasta la reflexión más reciente-, pero sí diremos algo que no por sabido deja de ser fundamental en el contexto de nuestra propuesta teórica: la política ha sido, junto con la ciencia, la fuerza que ha desmantelado la fortaleza de la metafísica."
"Como los teólogos, cuando iniciaron la inútil definición de lo indefinible, y encontraron que todo lo que podían decir de Dios es lo que no es -fundando la teología negativa-, diremos antes que nada lo que no es la comunicación política.
La comunicación política no es la política, no se identifica con ella, enunciado que, en estas páginas, tendrá que soportar la convivencia con este otro: política y comunicación son consustanciales.
¿Paradoja? Paradoja, tal vez, pero aparente. No todas las transacciones políticas son reducibles a términos y categorías de comunicación, pero muchas de ellas no llegan a buen puerto sin el recurso a la comunicación, sin un flujo de mensajes que surta determinados efectos, sin un adecuado proyecto de comunicación.
Si tenemos en cuenta que las circunstancias en las que se desarrolla un proyecto político suelen ser adversas -partido y candidato tienen que abrirse camino en una atmósfera psicológica cargada de ruido y abiertamente competitiva-, notaremos que la comunicación, en la política, es algo más que un gabinete de prensa.
La comunicación política no es la política, pero la política -parte considerable de ella- es, o se produce, en la comunicación política.
No incurriremos en el error de llenar inútiles párrafos abundando en tópicas definiciones de la política -son del conocimiento de todos, desde las que nos legaron los griegos hasta la reflexión más reciente-, pero sí diremos algo que no por sabido deja de ser fundamental en el contexto de nuestra propuesta teórica: la política ha sido, junto con la ciencia, la fuerza que ha desmantelado la fortaleza de la metafísica."
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